viernes, 11 de febrero de 2011

HISTORIA DE UN LETRERO

Hace mucho tiempo salí a la calle con mis amigos. Yo estaba muy feliz hasta que vi a un pobre que estaba mendigando en la calle. No ganaba nada de dinero, además el pobre señor estaba ciego y no veía lo que le daban y eso que le daban poco. El señor estaba ahí todos los días, a todas horas ahí estaba para pedir algo de dinero, no sé para qué pero lo pedía.
Los últimos días yo siempre pasaba al lado de él para verle, y alguna vez había hablado con él. Era un señor muy majo pero la pena era que era ciego y no se pueda fiar de la gente que pasa a su alrededor. Cada vez que le veo en su sitio, porque lleva ahí casi toda su vida, cada vez me daba más pena y no podía ni aguantar las ganas de echarme a llorar.
El señor no tenía familia ni hijos, solo sabía que se llamaba Rodrigo y no mucho más, que pagaría lo que fuese por no ser pobre.
A los tres días sin verle bajé  y me pasé por su sitio y me quedé sorprendico cuando vi que tenía un montón de monedas y él estaba con una sonrisa que nunca  había visto en esa cara arrugada.
Todo por otra persona con corazón en este mundo que le cambió la frase que tenía puesta .
La nueva frase era "Hace un día precioso y no puedo verlo ".

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